Publicado por Ibon Rivas, Director Técnico
En la parte de potencia de un contactor se deben tener en cuenta varios aspectos:
Se deben dimensionar correctamente las corrientes permanentes, de conexión y de desconexión. Para ello tiene una gran importancia el tipo de carga conectada. Cargas capacitivas pedirán altas corrientes de carga y serán amables en la desconexión. Las cargas inductivas no ofrecen problemas en su conexión, pero en sus aperturas en carga producen altos picos de tensión al intentar forzar la circulación de corriente a través de una alta impedancia (el aire entre sus contactos).
En régimen permanente los contactos deben soportar la tensión de trabajo sin que el dieléctrico, el aire, se ionice. El aislamiento del contactor nos permitirá mantener separados los dos terminales, de forma segura, estando el circuito abierto.
En régimen transitorio, durante una apertura en carga, el aire entre los contactos se ioniza y se vuelve conductor. Este fenómeno está provocado por la tensión, independientemente de la corriente que circule. El arco eléctrico generado, es plasma a casi 10.000ºC que destruye los contactos, provocando perdida de material y daños en el contactor (los terminales se comienzan a ennegrecer). Para conseguir una mayor vida útil, el arco debe sacarse de los contactos, permitiendo abrir eléctricamente el circuito (mientras hay arco, hay conducción de corriente) y hacer que los contactos no sufran.
La conmutación en aire empleada por nuestro partner SCHALTBAU emplea imanes permanentes para extraer el arco eléctrico de los contactos. El arco es llevado a una cámara donde se extingue de forma segura, alargando la vida útil del contactor. Además, la tecnología patentada por SCHALTBAU permite conmutaciones en carga bidireccionales y ofrece seguridad en la apertura con la corriente circulando en ambos sentidos.
Existen tecnologías de conmutación en cámaras de gas encapsulado que no es ionizable y que no se genera arco eléctrico al no haber imanes, por lo tanto, se reduce el tamaño. La corriente que circula por los contactos genera calor, que en caso de sobrecarga, produce sobrepresiones en el gas. En caso extremo, se pueden llegar a producir explosiones que provocarían daños en el interior del armario.
En cambio, las conmutaciones en AC no suponen problema alguno. El arco eléctrico se crea al superar la tensión entre terminales, la tensión máxima de ionización del dieléctrico. En las tensiones alternas, los valores de tensión oscilan en cada parte del ciclo, con lo que cada pocos ms, la tensión cae por debajo del umbral de supervivencia del arco, con lo que se autoextingue.
Gracias a su know-how de 90 años conmutando continua, SCHALTBAU apuesta por la conmutación en aire. Seguridad, fiabilidad y vida útil son las guías de diseño por las que SCHALTBAU apuesta.
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